viernes, agosto 27, 2010

Parada Turquía - Expectativas: UN EQUIPO QUE LO DEBERÁ SER MÁS QUE NUNCA

¿Y ahora? Habrá sido la pregunta de muchos una vez que Nocioni confirmó que no disputaría el torneo. Una baja importantísima, sumada a la ya temprana decisión de Ginóbili de no estar en Turquía. Sin dudas, la pérdida de dos de los nombres más importantes para la historia de este equipo se sentirá en el Mundial. Dos titulares para Sergio Hernández si ambos estuvieran disponibles. Pero al no estarlo, hay que pasar la página y pensar en los 12 que defenderán a la Argentina. Los que irán por algo histórico: clasificarse entre los cuatro mejores del mundo por 5º torneo consecutivo, si hablamos de las competencias de mayor relevancia (Juegos Olímpicos y Mundial) ¿Podrá esta nueva versión de la Generación Dorada lograrlo?

Como nunca antes, los contratiempos han estado a la orden del día para el plantel. Las lesiones de dos bases que quedaron afuera (Figueroa y Cantero) y la baja de Chapu, sumado a las molestias en diferentes partes de la preparación de Oberto, Jansen y Román González, hicieron que recién en Ankara, tierra mundialista, el técnico pudiera entrenar con todos sus soldados. Con casi todos, ya que Marcos Mata, reemplazante del santafesino, llegará en horas a Kayseri, el mismo día del debút. Pero, a pesar de estas dificultades, el equipo nacional tiene una ventaja frente a otras selecciones: el conocimiento de sus intérpretes. Cada jugador conoce su rol dentro de la cancha. Sabe para que está y lo que deberá aportarle a la selección. Eso, los hace distintos al resto. Aún cuando hay algunos valores que disputen su primer gran torneo.

Aunque se junten una vez al año, o tal vez cada dos temporadas, la base está intacta. Seguro, se resintió con la ausencia de dos de sus pilares, pero la preparación y los amistosos han demostrado que el jugador que se suma, capta rápidamente los sistemas de juego y lo que pretende Hernández del equipo.

Argentina, integrante del Grupo A, es uno de los candidatos a estar entre los mejores del torneo. Junto con otras 10 selecciones que intentarán lo mismo. Y para poder conseguirlo, se deberá valer de sus tres valuartes. Hablamos de esos que, en su puesto, serán clave. Primero, el líder y capitán de esta selección. Vocero dentro y fuera del rectángulo, Luis Scola impone respeto en todos. Su capacidad anotadora cerca del aro, junto a su ferrea defensa, permite al equipo descansar en sus hombros en los momentos determinantes. Con él, su amigo Prigioni sabe como conducir los tiempos el juego. En su ya famosa jugada de pick and roll, patentada en sus años como compañeros en el Tau español, el base cordobés jugará muchos minutos. La necesidad de Oveja de contar con él, es como aire para los pulmones del entrenador. Peleará ser el máximo asistidor del torneo y además, cuenta con la ayuda de alguien que un poco conoce de este trabajo dentro del staff técnico. Marcelo Milanesio, el Nº 1 en la posición en la historia de la Liga Nacional, potenciará a Pablo, al igual que a Junior Cequeira. Distinto ADN en la conducción para el chaqueño, revulsivo y con tremendas piernas para defender a los bases escurridizos, le tocará jugar poco pero todo lo que consiga (sobre todo en ataque) será bienvenido.

La tercera pata de este trío que sobresalió en los amistosos de Logroño y Ankara, es el sucesor de Manu en el puesto. Le dicen Cabeza o Lancha, como más les guste. Pero en este Mundial, más que nunca, quiere que todos recuerden que su nombre es Carlos Delfino. Impresionante, el jugador de Milwaukee en la NBA, respondió al llamado del destino. Sin Ginóbili, dejó su lugar de sexto hombre para ser pieza fundamental en el esquema del coach. Con la mano caliente, intratable desde la línea de tres y en las penetraciones, Carlitos sabe que la pelota estará en sus manos más que en ningún otro torneo que jugó con la selección. Lo sabe y lo ha asimilado. El cielo es su techo basquetbolístico.

Con tres titulares, nos faltan los dos restantes. De Oberto y Pancho Jansen, nos referimos. El de Las Parejas no cumplió muchos minutos de juego. Recién en el último cuadrangular, acumuló tiempo en cancha. Su experiencia en la defensiva contra las torres de los rivales y la lectura del juego, volverá a ser necesaria. Como así su aporte en el goleó del equipo. Como meta, sería bueno ver a Fabricio promediar 10 pts por partido en este torneo. El quinteto se cierra con la presencia, como no podía ser de otra manera, con un bahiense: Hernán Jansen, ausente en Japón ’06 poder desición de Hernández, aceptó el llamado para jugar, con sus 32 años, la primera cita grande de su carrera con la celeste y blanca. Su posición, un alero puro, será importante en los dos costados del campo. Con buen tiro exterior y movimientos de espaldas al cesto, Pancho tendrá la dura tarea de defender a excelentes tiradores. Pero cuidado, porque también podría ser usado como un “4 chico” y así sumar en efectividad a distancia.

Sí de trayectoria nos referimos, como dejar de lado a Leo Gutiérrez. El multicampeón de la LN, es más que un peón en el ajedrez para la Argentina. Como quedó demostrado en el juego vs. Turquía en la final del Efes Pilsen World Cup, ya es imposible desconocerlo. Así lo hizo el DT turco y Leo se las pagó con triples de las cuatro esquinas. Fundamental su contribución en esta faceta, como así en los rebotes defensivos y la ayuda para los dos grandes del equipo: Román y Juan Gutiérrez. Ambos, debutantes en un Mundial, deberán darle descanso a la pareja titular (Scola-Oberto) y luchar contra adversarios de mayor talla física. Los dos pueden hacerlo, sobre todo González, pillo y astuto. Él, a comparación del nuevo refuerzo de Obras Sanitarias, tendrá más minutos en la rotación de Oveja, que incluirá con mayor participación por la falta de Nocioni al Yacaré Kammerichs. Este flaco alto, que pareciera tomar el mundo con sus manos, le da vigor al juego del equipo. Rebotes, capacidad atlética en defensa y los puntos que pueda sumar, le vendrán muy bien al equipo. Al igual que la puntería de Paolo Quinteros, de floja performance en la gira, pero que se espera de él sea el sustituto natural de Delfino.

Con ausencias pero a su vez con grandes presencias, la selección argentina empieza a transitar el camino en Turquía. El duro golpe de la pérdida de Nocioni ya quedó atrás. Este equipo sabe como enfrentar este tipo de retos. Lo ha demostrado a lo largo del tiempo. Y con creces. Sólo quedará esperar una nueva demostración de que el equipo, será el gran protagonista. Porque si hay algo que esta Generación Dorada le ha inculcado al deporte argentino, es que el todo es más que la suma de las partes…

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