domingo, noviembre 26, 2006

MALAS NOTICIAS DEL VOLEY ARGENTINO

Mientras la Selección Masculina peleaba, en Japón, para poder estar entre los ocho mejores del Mundial, en nuestro país, y a menos de un mes para que comience la Liga Argentina, tres de los equipos más importantes fueron abandonados por WGS, principal sponsor. Los de Uriarte van por el noveno lugar y en la ACLAV rezan para que haya Torneo.

Cuando todo parecía en clama para el Voley argentino, una nueva ráfaga dejó muy poco de lo que estaba planeado para finales de este año. Una vez más, los problemas dirigenciales fueron prioridad antes que el juego.

Víctor Taiariol, presidente reelecto de la ACLAV (Asociación de Clubes Liga Argentina de Voley) hasta hace una semana, había dejado su cargo y la calma se apoderaba de los estadios del interior del país que presenciaban la previa del único Torneo a nivel profesional de Argentina: la Liga Nacional.

De golpe todo cambió. La WGS (World Group Sports S.A.), también presidida por Taiariol, le retiró el apoyo económico a tres equipos de la A1: Alianza Jesús María, Misiones Voley y Rosario Voley, último subcampeón de la Liga. De esta forma peligra la continuidad de los equipos y de forma correlativa la realización del Torneo.

Al ser una liga profesional, muchos de los involucrados se quedarán sin trabajo, aunque aún están negociando la continuidad de el evento, ya que hay otras compañías dispuestas a colaborar.

Por otro lado, la selección Dirigida por Jon Uriarte no tuvo un buen inicio en el Campeonato Mundial de la categoría, ya que en la primera ronda perdió ante Polonia y, de manera sorpresiva, ante Puerto Rico y Japón y le ganó a Egipto y China. En la segunda fase, jugó dos de los cuatro partidos pautados. Ambos fueron derrotas ante las potencias de Rusia y Serbia y Montenegro.

Lo que queda ahora para el equipo de Uriarte es ganar ante Canadá y Túnez y llegar de la mejor manera posible a disputar la tercera ronda del Mundial, donde el mejor resultado que podrá obtener será el del noveno puesto.

La Liga iba a crecer. Los equipos estaban reforzados. Pero, la política y las ansias de poder derrumbaron todo. En Japón, lo pautado era estar entre los ocho mejores o, si era posible, mantener el sexto lugar obtenido hace cuatro años atrás. El Voley sigue con inconvenientes. Lo que cambia es que esta vez no se esperaban nada de lo ocurrido. Queda, de consuelo, el alma que ponen, día a día, los jugadores que entrenan para ganar la Liga y los que están en Japón, a miles de kilómetros, y que aún buscan conseguir una sonrisa para un deporte que no merece el mal trato que el entorno le da.

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