martes, noviembre 21, 2006

La Renuncia de la Renuncia...

APERTURA 06: CAPITULO 16
Que pobre se ha convertido el fútbol nacional. Se dice que siempre cuando hay una situación límite, clave, es donde se ve la verdadera templanza de los hombres. También donde lo pactado se tiene que proteger a rajatabla. Pero eso no fue así. Y lo peor de lo que sucedió en este trajín que llevamos desde que empezó el torneo, fue que se acentúo una actitud en todos los participantes de esta triste pero real historia. Se faltó a la palabra.

Como en los cuentos donde las hadas y los personajes fantasmagóricos son protagonistas, todo comenzó en la calurosa tarde del viernes… Los futbolistas, al ver que el gremio que los representa no se ponía en acción para ayudarlos a demostrarle a todos que ellos son los últimos en enterarse de todos, los que no tienen voz ni voto, se convocaron “espontáneamente” en un hotel céntrico. Con centeneras de periodistas esperando una resolución que parecía más cerca a la de un boicot al poder que la salvación de los males que atraviesa el fútbol, Verón y compañía se reunieron para poner los puntos sobre la mesa. Lejos de quienes los amparan. Cerca del papelón público. Y en el medio la pelota, o lo que parezca relevante por estos tiempos.

Con el cónclave consumado, todos salieron disparados y la incertidumbre había terminado: “Se juega, se juega, se juega…”, se escuchaban a gritos entre las personas que posaban en la puerta del Hilton. Según lo pactado por los máximos exponentes de los clubes de Primera División (y sí, porque mientras la jornada de fútbol estaba por suspenderse, Flandria perdía como local ante Estudiantes BA) ante cualquier hecho de violencia, la fecha se paraba. Ya sea si volaba el famoso fósforo, un encendedor, una silla, había un tiro, o si los hinchas no dejaban salir de las concentraciones a los planteles hacia el estadio para disputar el partido. ¿Pero entonces, que paso? No era que los jugadores son como los SuperAmigos, ¿qué cuando se necesitan entre ellos, siempre están al pie del cañón?

Todo fue un transitar fugaz. Desde el encadenamiento de los hinchas de San Lorenzo, pasando por las amenazas que iban a caer sobre el micro que iba a llevar a Racing hacía La Plata. Y entonces, todos estaban listos para colgar los botines, dejar de lado los intereses propios por el beneficio colectivo de los compañeros de trabajo. En el Sur, Sanguinetti y el arquero Ramírez habían decretado como representantes de sus equipos, no jugar. Llamados a la concentración del Monumental, a Santa Fe para dar a conocer la noticia eran continuos. Sólo faltaba que den con alguien del puntero del campeonato, para arreglar y decir basta, hasta acá hemos aguantado. Pero la aparición del Hombre del Anillo, hizo poner a los participantes como a los perros cuando tienen miedo, todos ponen la cola entre las patas.

El primer (y único) hecho de cordura lo dio Jorge Rodríguez, el ya ex Secretario de Agremiados. El Potro reconoció que la situación no daba para más, que su presencia no formulaba más que ocupar un lugar que ya no importaba, y por eso dijo adiós. Después de todo esto, mientras la resolución de la fecha estaba entre el cielo y la tierra, apareció el GodFather de nuestro fútbol. Con esa voz tan característica, anunció el Principio del Fin: “El que no se presente a jugar, le sacamos los puntos”. ¿Que bueno debe ser tener el poder en la palma de la mano, no? Su referencia a que las sucias jugadas de los medios son las que contribuyen a la barbarie y que el fútbol no se tiene que detener porque no hay nada que lo detenga (¿a él o a la pelota?), parece un chiste de Corona.

Con el apoyo de la FIFA y de su amigo el suizo Blatter, este personaje que sé autodescribió como el “vicepresidente del mundo”, no tiene escrúpulos. Ni las presiones del Gobierno Nacional lo hacen tabalear. El poder que posee es supremo, casi desconocido.
Entonces, al fin y al cabo, los muchachos más distinguidos y puros del ambiente le pusieron precio máximo a la solidaridad con sus colegas: tres puntos. Cuando sus empleadores les advirtieron que podían perderlos, levantaron la medida de fuerza y decidieron salir a la cancha. Esos mismos jugadores que se llenaron la boca sobre que la incentivación hay que penarla. Entonces, ¿por qué se juntaron Gallardo y Cardetti el martes previo a la segunda parte de Gimnasia – Boca? También nos podríamos preguntar porque tanta energía y tanto coraje de los jujeños ante la sorpresa de La Volpe ¿hubo algún llamadito con característica 0221 en el teléfono de algún dirigente del Lobo? La verdad la tienen los participantes. Pero la verdad de lo que pasa, de lo que quieren hacer y conseguir. El pudor de todos ha llegado a límites contraproducentes para el mundo del deporte. Y no parece haber nadie que los puedan bajar de un hondazo.

El poder político y dirigencial, sumado al poder de los futbolistas ha decretado una huelga por sí mismos. Una ausencia clara de apoyo por resolver los problemas. Por buscar lo mejor para que los violentos dejen los estadios, para que la policía no tire a quemarropa sin sentido alguno y para que los dirigentes y jugadores no se callen más. Nunca más. Pero lo que pasó el domingo es un fiel reflejo de cómo se esta viviendo. Los que juraron ayudarse mutuamente se traicionaron por un puñado de dólares, de victorias. Renunciaron a la verdad pura, a ayudar al prójimo. Renunciaron a lo que habían renunciado entre ellos. Habrá que ver si alguien se los perdonará…
Lo que dejó el resto… Después de la victoria en uno de los últimos partidos de Domenech en el banco de Bicho, Independiente mostró su andar irregular por el torneo. El que ya no sabe como aguantar los festejos de goles y de triunfos es Alfaro (¡Dale Gustavo, un gritito por lo menos che!), y ni te cuento la voltereta que pegó el Cholo cuando vio al pibe Priatti como cabeceaba entre los gigantes de Newell´s y le daba al Pincha su 9º victoria al hilo y la esperanza de seguir cerca del puntero Boca. El Player of the Week se lo merece el cuarto de la dinastía Zárate: Mauro tiene una calidad tremenda y poco tiempo en nuestro fútbol si continua jugando así (No lo vendan tan rápido, dejen que lo disfrutemos un poco más)…

Lo demás no será analizado ni comentado. La fecha tuvo que haberse suspendido según los jugadores. Ellos mancharon la pelota. Sí, ellos también…

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