jueves, noviembre 23, 2006

En Argentina se sabe jugar a todo...

La delegación nacional cosechó medallas en las 29 disciplinas que se disputaron en estos Juegos Deportivos Sudamericanos, y en 24 consiguió por lo menos un oro. A pesar de los problemas dirigenciales que surgen en el ámbito del deporte, la Argentina fue el único que consiguió esta marca y confirmó su competitividad en todas las áreas.

Se daba por sabido que Georgina Bardach y José Meolans comandarían los éxitos de la natación. El tiro, entre tantas categorías y especialidades, sumado al desarrollo que tiene en el país, era evidente que iba a obtener varias medallas. Deportes en conjunto como el hóckey sobre césped, sin rival a nivel sudamericano entre las mujeres y sólo viendo a Chile como adversario entre los varones, aseguraban dos oros. Lo mismo ocurría con el handball gracias a la confirmación de la ausencia brasileña. Pero el hecho de que en todos los deportes que englobaron estos Juegos Deportivos Sudamericanos la Argentina no haya salido del podio, sorprende.

Es que los problemas dirigenciales en el que se ven afectados los deportistas resonaban incluso a horas del comienzo del evento. La polémica exclusión de un grupo de nadadores por parte del entrenador Daniel Garimaldi casi dejan afuera del medallero las 10 medallas doradas de Bardach y Meolans. Santiago Fernández, cuarto en los últimos Juegos Olimpicos en el single scull, fue el vocero de los remeros nacionales (obtuvieron 6 oros) en su conflicto con la dirigencia de la disciplina y con el seleccionador, Raul Abadie. Además, de los ya conocidos casos de la falta de apoyo estatal en las atletas aficionados y las deudas con ellos en tantos otros.

Sin embargo, ellos respondieron... y vaya como!!! La Argentina fue el único país que tuvo el privilegio de recibir preseas en las 29 disciplinas y en las únicas que no obtuvo ningún oro fue en esgrima, futsal, lucha, tiro con arco y triatlón. Con esas 296 medallas, 107 doradas, demostró que es potencia deportiva a nivel subcontinental y que es un rival competitivo en cada una de las disciplinas que participa.

Además de la natación, el tiro y el canotaje, que aportaron la mayoría de los festejos; también hubo otros destacados. En el atletismo se compitió en la categoría Sub 23 y allí deslumbraron las grandes promesas. De la mano de Germán Chiaraviglio, Jennifer Dahlgren y Germán Lauro (nuevo récord nacional absoluto y sudamericano Sub 23 en lanzamiento de bala), consiguieron 14 preseas (5 de oro, 3 de plata y 6 de bronce).

El ciclismo tuvo una gran vuelta y una gran despedida. Matías Medici se lució después de su imposibilidad de competir en el mundial de Austria y en los 40 km contrarreloj se quedó con el primer lugar. En la prueba americana, Juan Curuchet hizo su última presentación en el país y, junto a Walter Pérez, se quedó con uno de los últimos oros de su carrera. De esta manera, las bicicletas argentinas también completaron una destacada actuación con 14 podios (8 – 3 – 3).
También el excelente aporte del patín carrera (4 – 13 – 10), con el desquite de Andrea González y sus dos oros conseguidos después del robo de todos sus recuerdos deportivos. La rama artística colaboró con lo suyo (5 oros y 4 platas). En la parte artística, pero de la gimnasia (1 – 1 – 3), se demostró que hay valores jóvenes y, con sólo 15 años, Virginia Deluzio se convirtió en la medallista dorada más joven del país. La rítmica no fue menos y en sus diferentes modalidades consiguieron 11 podios (6 – 3 – 2). El judo (15 medallas y 5 de oro), el karate (9 y 1) y el taekwondo (14 y 2); las bochas (7 y 6) y los bolos (3 y 2), el tenis de mesa (5 y 1) y el yachting (9 y 3); no quisieron ser menos.

Todos estos notables resultados comprueban la importancia que tiene la práctica deportiva para el país. Es difícil ver un equipo argentino, de cualquier especialidad, sin ser competitivo a nivel sudamericano. Y esto no nace, obviamente, por los aportes económicos, la calidad en la infraestructura o la eficiencia organizativa y dirigencial. Esto es producto del talento, la dedicación y el espíritu competitivo que emana desde lo más profundo del ser argentino. Con este panorama, como no pensar que pasaría si el apoyo otorgado a los protagonistas estuviese acorde a la jerarquía que ellos demuestran ¿En qué lugar del medallero olímpico ubicaría a la delegación argentina?

No hay comentarios.: