Ambos son triunfadores. Manu y San Antonio, han salido victoriosos luego que la confirmación se hizo público: habrá Ginobilimanía hasta 2013. ¿Y un poco más? El tiempo lo dirá. Desde esta página, habíamos anticipado el lunes en una nueva edición de LA TAPA, que el Nº 20 está imparable. Con números de superestrella, un aporte más que necesario para estos tiempos de los Spurs, donde Duncan está “tomando fuerzas” para los Playoffs y Parker estuvo afuera por una fractura en una de sus muñecas, la finalización de su contrato se convirtió recurrente para toda la ciudad.
Foros que explotaban contra la dirigencia de la franquicia por su inacción, mientras Gino la rompía noche tras noche, servían como preámbulo de lo que al final se transformó en renovación. Un contrato de 38.9 millones de dólares en las próximas tres temporadas, tal vez no fue lo que mejor hubiera conseguido en el verano americano si esperaba que la campaña 09/10 terminara. Pero para el bahiense, el dinero no lo es todo. Es importante, sin dudas, pero no es su live motive. La pronta llegada de Dante y Nicola, sus mellizos, y las ganas de quedarse en el lugar que lo recibió hace ya ocho años, valieron más.
Las voces del triunfo. “Tenemos la suerte que uno de los mejores jugadores del mundo seguirá con nosotros por mucho tiempo” (Greg Popovich, técnico) “Manu no es importante en una cuestión particular; ya con sólo ser un líder en el vestuario, alguien que transcribe la filosofía de nuestra franquicia, nos demuestra que es imprescindible para nuestro futuro” (R.C. Buford, manager) Estos dos ejemplos, describen el significado de Ginóbili para SA. Es el alma, el corazón y un conductor para este equipo. Podrá anotar 43 o 16 puntos, pero el dominio del juego es lo que lo destaca. Que otras estrellas de la liga lo veneren, es lo que lo define como un jugador que, en mi opinión, será parte en el futuro del Salón de la Fama del básquet. Sí, leyeron bien. Este argentino tendrá su lugar en el panteón de los gigantes de este deporte.
Para ir cerrando, antes de dejarles unas imágenes que resumen lo que ha sido Manu los últimos meses, post Juego de las Estrellas, todo ha sido un final feliz y triunfante para el protagonista de esta historia. Según se comenta por los pasillos del AT&T Center, el dueño de los Spurs, un ex combatiente de Vietnam (Peter Holt), se terminó de convencer que Emanuel debía quedarse en casa. Con su desición tomada, hizo apurar las negociaciones. Un par bastaron para cerrar el acuerdo. Holt supo que si no le ofrecía la continuidad al escolta, el público iba a perder ganas de ir al estadio. Si lo traducimos, menos ingresos para la franquicia y menos posibilidades de pelear por un nuevo título.
La cara del triunfo es la de Ginóbili. La expresión de un tipo que consiguió lo que se merecía. Porque más allá de analizar si le debieron dar un contrato más oneroso, él espera con ansias dos cosas: el nacimiento de sus dos hijos y los Playoffs. ¿Y el Mundial con la selección? Lo sufrirá por TV como el hincha Nº 1. Eso sí, con la celeste y blanca no tiene dicha la última palabra...
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