Sencillo y demostrativo. Dos palabras que definen, sin dudas, a este amante del deporte. Como él mismo se encarga de destacar, sus dos hijas (Felicitas y Justina) son el motor de su vida. Un camino que está plagado de gratos recuerdo y proezas poco conocidas. Con el rugby como su amor incondicional, ese fue el motor que lo ha hecho ser quien es. Sin olvidar el aporte del “Equipo Armenault”, su familia, bastión principal para transitar la vida sin miedos, sin ataduras, con el orgullo de ser lo que has construido.
Ese es Sebastián Armenault, el personaje que nos visitó en los estudios de Radio Palermo. Si esperan que escriba más sobre sus hazañas en el desierto, las largas caminatas y mucho más, se equivocan. Lo mejor será escucharlo. Después de tanto tiempo conociendo lo que significa el deporte amateur, creo que conocer a Seba nos llena de alegría y esperanza. Un argentino con estas convicciones, con ese afán de poner el hombro y estar cuando otro lo necesita, merece un reconocimiento. Y no me refiero a una medalla, plaqueta u otro trofeo material. Con acercarse a él, intercambiar unas palabras, bastará. Se los aseguro.
Una entrevista que no tiene desperdicio. Una enseñanza que permite sólo un análisis: IMPERDIBLE. Conozcan (si ya no lo hicieron) a este rugbier pata dura, que va por la vida dejando su estela celeste y blanca por el mundo. Porque lo más relevante no es ganar, sino autosuperarse. En el Reproductor.
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