Otra vez, fue bastión para el medallero argentino en una competencia internacional. Como lo viene siendo desde los Panamericanos en Río 2007, el judo explotó en nuestro país con grandes atletas que viajan por el mundo para conseguir posicionarse entre los mejores de su categoría. Dos años después, las medallas siguen apareciendo para conocidos y extraños, lo que marca la ascendencia de sangre joven para esta disciplina y la confirmación de los nombres impuestos para seguir en la senda del crecimiento. 4 preseas de oro, 2 de plata y 8 de bronce fue el saldo que dejaron los judocas en Colombia.
Desde Neuquén en exclusiva. Lorena Briceño, quien se quedó con la medalla de oro en la categoría hasta 78 kilos, habló con La Licuadora Deportiva sobre lo que aconteció en el torneo: debutó contra la local Anny Cortés y, pese a que tenía casi todo el estadio en contra, la superó por ippon (fuera de combate automático) Después, la Negra le ganó por waza ari a la ecuatoriana Diana Chalá; por yuko a la brasileña Steffani Lupetti, y de vuelta por ippon, a la venezolana Keivi Pinto en su última lucha. Así, la neuquina de 31 años se colgó su cuarta medalla en Juegos Sudamericanos, de las cuales en su primera participación también había sido oro (70 kilos en Cuenca 1998) más otras dos de bronce.
Otro que fue dorado y que pudo revalidar el título en Buenos Aires hace cuatro años fue Diego Rosati. En su categoría (90 kg) dominó el tatami con esfuerzo para alcanzar su cuarto podio en los Odesur (2 oros y dos bronces) Pero la grata sorpresa llegó en el 2º día de actividad oficial, cuando Alejandro Clara, de tan sólo 20 años, se quedó con medalla de oro. Un sueño hecho realidad para este porteño. Séptimo en el Mundial juvenil de Holanda en 2009, el chico de Club Italiano se dio el gusto de subirse al primer lugar del podio después de vencer en la definición y por ippon al uruguayo Almeida.
La Peque habló sobre el tatami. Luego de participar en la gira por Europa y en el campo de entrenamiento en Belo Horizonte, Paula Pareto se impuso en la final (categoría hasta 48 kilos), por ippon a la brasileña Daniela Polzin. Con puños cerrados y un grito que explotó desde el alma, quien representa a Estudiantes de La Plata, compartió su felicidad con el resto de los judocas argentinos que la alentaron desde la tribuna. En su camino para repetir lo conseguido en Beijing ’08, la Peque tuvo lo necesario para confirmar que está en un gran momento.
Medallas para todos. Si bien no pudieron colgarse el oro, huno una buena cosecha de los argentinos. A los 39 años, en la categoría de +100 kilos y abierto, el porteño Orlando Baccino logró el segundo y tercer bronce de su carrera (el anterior, hace 16 años en Venezuela) El mismo premio tuvieron Cristian Schmidt en 100 kilos, la chubutense Oritia González (en 52 kilos), Juan Pablo Vital (55 kg) y la pareja de Ariel Sorati y Juan Pablo Vital en katame no kata (formas). Para también hubo de plata: Mariana López fue 2º en la categoría 63 kilos y Melissa Rodríguez, en 57 kilos.
Una mención especial merece la actuación de Emanuel Lucenti. El tucumano, que no pudo participar en Enero del Gran Prix (compitieron en China los mejores judocas de la temporada pasada pero no viajó por falta de presupuesto), pudo lograr una medalla de bronce esforzándose al máximo. Después de comenzar con triunfo ante el rival más difícil en su categoría (81 kg), el brasileño Rodrigo Luna, en plena semifinal tuvo que abandonar la pelea, ya que sufrió el desprendimiento de un cartílago en una de sus costillas. Auxiliado por el equipo argentino, Emanuel volvió al tatami con dos infiltraciones para vencer al uruguayo Bouza y también para ayudar a sus compañeros en la competencia por equipos. Allí, con Albarracín entre los judocas, Argentina se colgó la presea de bronce.
Saldo positivo para el judo argentino en los Odesur. El camino a Londres, recién comienza. Antes, una parada importante: el Panamericano de la disciplina en El Salvador, entre el 6 y el 12 de abril.
No te olvides, en el REPRODUCTOR, la entrevista con Lorena Briceño,
figura del judo en Medellín. Imperdible.
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