Sin los nombres grandes, Argentina volvió a demostrar que el nivel del atletismo en todas sus categorías sigue en ascenso. En estos juegos, con la condición que los atletas fueran Sub 23, la delegación de nuestro país completó una faena con cuatro medallas de oro, una de plata y cinco preseas de bronce. Una cantidad que sin dudas, motivan a estos jóvenes en su proyección de seguir creciendo.
En la primera jornada, hubo un grito triunfal. La gran estrella de este deporte en los Odesur 2010. Con sólo 21 años, Agustina Zerboni venció en la carrera de 100 metros con vallas. Zerboni, que fue 5º en 2006 en la pista del CeNARD, venció a la brasileña Anita Souza y a la peruana Giuliana Franciosi. Pero para confirmar que el arranque fue con todo, también hubo una medalla plateada en el día Nº 1 del Atletismo en Medellín: en lanzamiento de bala, Nicolás Martina se quedó con el segundo puesto.
Al día siguiente, los chicos se subieron seis veces al podio. Comenzando de menor a mayor, hubo cuatro preseas de bronce. Rubén Benítez (salto con garrocha), con 4,70 metros; Evangelina Thomas (800 metros llanos), con 2 minutos, 11 segundos y 58/100 y Román Benedetich (decatlón), con 6.835 puntos. La restante, se dio en una competencia donde Argentina tuvo dos deportistas en el podio: En lanzamiento de disco, Andrés Rossini se llevó la medalla de oro, con 56,28 metros, y Nicolás Martina, la de bronce, con 50,37. El cordobés, se subió al 1º lugar y fue amplio dominador en esta prueba. Pero cuando la luna alumbraba la pista con toda su luz, preparándose para recibir un nuevo día, el apellido Zerboni volvió a hacerse presente. En la competencia de heptatlón (disciplina que incluye siete pruebas: 100 metros con vallas, salto en alto, lanzamiento de bala, 200 metros, salto en largo, jabalina y 800 metros), Agustina se impuso con 5.362 puntos, dejando otra vez en el segundo puesto a una brasileña.
Pero todavía, hubo más. La posta 4X100 femenina (María Diogo - Agustina Zerboni -Constanza Eckhaldt - Florencia Lamboglia) consiguió la medalla de bronce, con un tiempo de 46 segundos y 76/100, ubicándose detrás de Brasil (44:47) y Colombia (44:94). En la jornada que significó el cierre del atletismo en estos juegos, la delegación tuvo su broche de oro: Evangelina Thomas se impuso en la prueba de 1.500 metros, adjudicándose la prueba, con un tiempo de 4 minutos, 38 segundos y 07/100, dejando atrás a las representantes de Perú (4:40:39) y Brasil (4:40:90).
Aunque no consiguieron meterse en el podio, muchos deportistas tuvieron experiencias que les permiten seguir con la mira en entrenarse para superarse: Valeria Chiaraviglio no clasificó en salto con garrocha, Marina Juárez fue sexta en lanzamiento de disco, Lucas Chareun y Luciano del Río entraron cuarto y sexto, respectivamente, en lanzamiento de martillo, Luciano Almirón y Franco Díaz fueron quinto y sexto, respectivamente, en los 1.500 llanos y la posta 4X100 masculina (Matías Robledo-Matías Larregue-Juan Manuel Jassid-Rubén Benítez) terminó cuarta. Además, en salto triple, Maximiliano Díaz terminó cuarto, al igual que la posta 4X400 femenina (María Diogo-Agustina Zerboni-Juliana Menendez-Florencia Lamboglia); el lanzamiento de jabalina, Mauricio Jaime se ubicó quinto, la misma ubicación en la que finalizó la posta 4X400 masculina (Matías Larregle-Tomás Pérez-Andrés Mendoza-Maximiliano Díaz) y en 3.000 metros con obstáculos, Matías Schiel culminó noveno.
¿Quién podría pensar que hace pocos años atrás, el atletismo tendría tanto caudal de deportistas para pensar en un futuro poderoso? Más allá de esta movida de atletas que provienen de distintas partes del país, hay que focalizar y analizar los pasos a seguir; utilizar el apoyo que necesitan estos chicos para cada vez sean más en la lucha por las medallas. El material humano y deportivo, sobra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario