viernes, septiembre 01, 2006

CUANDO SE VUELVE AL VIEJO Y QUERIDO AMOR...

“Pensar que te tuve entre mis brazos... Te cobije en tus primeros pasos, esos que fueron duros pero sinceros. Tu papá me quería tanto como yo los quise siempre a ustedes… Gracias Marquitos, gracias por este triunfo inolvidable. Gracias por haberme dado esta alegría enorme. Única. Nos vemos en la próxima…”
Para los que no conocen el mundo del automovilismo, esto, no es más que una frase de amor normal. Pero para los que sienten en el corazón cada pisada al acelerador, significa mucho más.

Según dice la historia reciente, desde principios de los `90, los Di Palma son sinónimo de Torino. Esta marca, que para la mayoría del mundo motor es la que menos seguidores tiene, se identificó con los de Arrecifes y disfrutó de sus mejores momentos. Primero en el SuperCart, donde el Loco Luís manejo a placer una categoría que es recordada porque juntaba los modelos del TC con esos alerones exagerados que tenía el TC 2000, y que le sirvió a Marcos para ganar su primera carrera y hasta ahora, su único título; el sello del Caballino Rampante se hacía sentir.

Llegando a la actualidad, con un nuevo milenio y exigencias económicas y técnicas cada vez mayores, el viejo amor de una familia, volvió a la vida. Desde que otro Di Palma, Patricio, que había ganado el 26/9 de 2004 en Buenos Aires, el Toro tuvo que esperar 29 meses para aceptar gustoso una nueva victoria. Los desaparecidos Chevrolet, hicieron que el menor de la familia más loca del mundo tomara la desición de cambiarse a su primer amor, ese que lo ayudó en sus primeros caminos en los autódromos.

Dicen los entendidos en cuestiones relacionadas al corazón, que lo que se siente, se vive y se atraviesa con el primer amor, no hay nada ni nadie que lo pueda igualar. Aunque el último ganador del Turismo Carretera en Paraná vaticinó una vuelta próxima al Chivo, él y toda su familia sabe, que nunca nadie lo va a abrazar como ese viejo y querido Torino…

No hay comentarios.: