UN CONDUCTOR HACIA JAPON

Ahí está. Con esa voz cansada por los festejos del día del padre, pero que transmite energía y toda la ilusión del mundo. Desde su centro de concentración preferido, la ciudad de Olavarría, donde comenzó a hacerse famoso para el básquet argentino, Sergio Hernández, el técnico de la Selección Nacional, esta listo para el momento más relevante en su vida profesional.

El 19 de agosto comienza la máxima competencia del básquetbol mundial y Argentina va a llegar, como hacía mucho no pasaba, como seria candidata a obtener el título. La sensación agridulce que dejó la polémica derrota con Serbia y Montenegro en la final del Mundial de Indianápolis (Estados Unidos) en 2002 genera un sentimiento de revancha. El equipo dirigido por la Oveja buscará, en tierras japonesas, repetir la obtención de la medalla dorada de Atenas y ratificar su condición de potencia de la especialidad.

El inicio de la época dorada del básquetbol argentino estuvo comandado por Rubén Magnano. Con su renuncia luego de la coronación en los últimos Juegos Olímpicos, la dirigencia estaba en duda: elegir por un segundo ciclo de Julio Lamas, o ir en busca del preferido del pueblo. Fue así como el ex DT supercampeón con Estudiantes y Boca llegó a la tierra prometida.

Ahora la historia es diferente. El éxito que tuvo con ambos equipos lo tiene que ratificar, ahora, sin tener tanta continuidad en el trabajo. “Fue un cambio muy importante porque uno tiene que saber en que cosas el entrenador incide dentro del grupo. Una vez que llegas a la Selección y sabés que vas a tener sólo un mes a los jugadores, las cosas cambian. Uno tiene que tomar la puesta a punto y la aplicación de la táctica de manera más acelerada”. Hernández ya definió una preselección integrada por los NBA y los mejores de Europa (Farabello, Prigioni, Herrmann, Scola, Pepe Sánchez, Fernández, Wolkowisky) más Leo gutiérrez. A ellos se le sumarán tres jugadores que saldrán de los nombres que participarán del Sudamericano de Venezuela que comenzará el 11 del actual.

Entre estos nombres, el seleccionado cuenta con cuatro que participaron en la NBA. La rápida eliminación de sus equipos y su consecuente vuelta anticipada al país puede considerarse como un hecho positivo en vistas de la preparación para el Mundial de Japón. Sin embargo, el oriundo de Bahía, mostró otro punto de vista: “en el caso de Ginóbili y Nocioni, que eran los de más desgaste por llegar a los playoffs, están en una edad ideal. Les gusta la continuidad y hubiesen preferido llegar a la final aunque les pueda afectar en lo físico. En cuanto a Oberto y Delfino, el hecho de estar relegados en el banco, es diferente para cada uno. Cuando hable con Popovich (DT de San Antonio Spurs) me dijo que estaba bárbaro y sé que el se preparará de la mejor manera. Lo de Carlos es diferente, porque es joven y necesita más minutos en cancha, pero vamos a llevarlo poco a poco para que encuentre su ritmo”.

En cuanto a lo que es la preparación del equipo, se diagramó un calendario con una gran cantidad de partidos que le permitirán realizar la puesta a punto deseada. Luego de jugar el clásico Súper 4 en Santa Fe y el partido despedida en Obras contra Nueva Zelanda, el equipo viajará a la capital española y Singapur para disputar torneos previos antes rivales poderosos; para luego si llegar a Tokio (donde tendrá su último amistoso con un rival a confirmar) y más tarde a la ciudad de Sendai para esperar el inicio del torneo.

“Si vos te fijas como está armado, se buscó ir de menor a mayor. Sin subestimar a ningún equipo, en la Argentina tendremos un cuadrangular y una serie de amistosos que son de un nivel inferior a los que vamos a tener en Europa. Llegando al Mundial se va a ir incrementando el nivel”, aclaró el entrenador que mantuvo siempre la idea de un progreso escalonado. Además, se buscará que el cambio de horario no sea tan brusco para que afecte lo menos posible al plantel: “viajamos a España donde tenemos cinco horas de más. De ahí vamos a Singapur y descontamos otras más. Y después de estar unos días ahí, vamos a Japón. Así la diferencia de 12 horas se va a ir achicando y el acostumbramiento no va a ser tan traumático”.

Está claro, Argentina tiene un entrenador de nivel, un programa de preparación ideal para llegar en un estado óptimo y un plantel que ni hace falta caracterizar... ¿cómo no pensar en conseguir aquel título que sólo se obtuvo allá por el 1950? El conductor está listo. El viaje, recién comienza…

GABY...