La fecha está definida. Del 5 al 21 de agosto de 2016, el proyecto más caro de los cuatro que alcanzaron la final en Dinamarca, recibirá los primeros Juegos Olímpicos en esta parte del continente. Pero si hablamos de inversión, la propuesta por Lula y compañía es inimaginable para cualquier ser terrenal. Con el consentimiento a partes iguales del Gobierno central, el regional y el ayuntamiento de Río, la candidatura carioca destinará el 72 por ciento de su presupuesto a producir las numerosas obras de infraestructuras necesarias, incluidas las costosas reformas para ampliar el aeropuerto y reformar el metro.
¿Quieren saber cuanto será el costo total de esta mega fiesta del deporte que deberá costear Brasil? En diferentes monedas, la aclaración. En reales (moneda oficial del país) unos 30.000 millones. El valor cifrado en dólares, asume a 13.920 millones de dólares, que si lo convertimos a euros, cotiza en 9.900 millones. ¿Y nuestros queridos pesos? Si hacemos la conversión del billete norteamericano a los argentinos, el número asciende a 52.896 millones. Si, leyeron bien. Un sueño demasiado lejano, por políticas de estado nulas desde la Quiaca hasta Ushuaia.
Como ya es un clásico, la ciudad que organiza los Olímpicos, también hace lo propio con los Paralímpicos. En el conteo de los lugares donde se llevarán a cabo las diferentes competencias, Río ofrecerá 33 instalaciones deportivas, diez de las cuales ya están terminadas sin necesidad de retoques. Ocho serán reformadas y nueve serán construidas en un 100%, además de las seis que se instalarán de forma temporal. Pero lo más atractivo, ese lugar que los propios deportistas declaran que es una vivencia única compartirla con otros de múltiples nacionalidades es la Villa Olímpica. Un espacio cosmopolita conformado por 32 edificios de doce plantas, que tendrá capacidad para 17.700 camas y permitirá a los deportistas acceder a pie en menos de diez minutos a sus centros de competición. Una verdadera convención del deporte mundial.
Pero si de insfractuctura hablamos, el gobierno brasileño trabajará fuertemente para dejar todo como el COI lo ha solicitado. Poco menos de siete años para, sin dudas, transformar la ciudad turística por excelencia de Sudamérica. Se supone que el gasto en este rubro elevará hasta los 11.100 millones de dólares, que corresponden en un primer orden de importancia para mejorar el tránsito y sus implementos en obras de transporte (50%), saneamiento (12%), energía (8%), seguridad (7%), instalaciones deportivas (4%), villa olímpica (4%), otras villas (8%) y centro de medios (2%), entre otras. Todo, como no podría ser de otra forma, está calculado para que los visitantes del resto del planeta se trasladen de manera cómoda, segura y con el objetivo de disfrutar más allá del acontecimiento deportivo.
Pero antes de mostrarles cada una de las cuatro sedes en las que se repartirá en circuito olímpico, Brasil será distinto. Ya, en la previa, una desición innovadora que nunca antes había sucedido.
Será la primera vez en la historia de los Juegos de la era moderna que las ceremonias de apertura y cierre (el emblemático estadio de Maracaná será el escenario de la fiesta) se separarán del escenario del atletismo. El estadio João Havelange, popularmente conocido como "Engenhão", inaugurado en los Juegos Panamericanos de 2007 disfrutará de los hombres más rápidos del mundo, de los grandes lanzadores y lo mejor de la disciplina olímpica por excelencia. Único. Diferente. Algo que muestra que habrá mucho por ver.
Los deportes y el turismo, un solo corazón. En la zona más turística de Río se intentará aprovechar al máximo las bellezas de la ciudad, con las competencias de beach voley en las arenas de Copacabana y de vela en la bahía de Guanabara, al abrigo del célebre cerro del Pan de Azúcar. Además, las regatas tendrán como lugar principal a Ipanema, el Sambódromo, final de la carrera maratón, mientras que en el Río Centro (mayor centro de convenciones de América Latina) se encontrará un complejo de entrenamiento de alto rendimiento que se considera como la joya del proyecto olímpico por el legado que dejará para la población. Este lugar ocupará el espacio del principal pabellón de natación, cuya piscina estará rodeada de gradas temporales con 18.000 asientos, que se desmontarán después de los Juegos para dar espacio a las instalaciones de alto rendimiento.
Sin dudas, Río 2016 ya se viene en el alma de todo Brasil. Esta visita previa a lo que será un momento único para todos, ya provoca escalofríos. Y si te gustó leer sobre el futuro de los próximos Juegos después de Londres 2012, no te pierdas este video. Una inspección por cada lugar donde, en poco menos de siete años, todos querremos estar… A disfrutarlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario