martes, octubre 20, 2009

La Selección de Maradona: CUMBRES BORRASCOSAS

Ya pasó la turbulencia. Al menos la más fuerte. Las palabras de Diego contra la prensa argentina dieron vuelta al mundo. Y como era de esperarlo, se siguen analizando esas declaraciones que ya están dentro del vocabulario futbolero, y no tanto, del argentino común. Pero como la clasificación a Sudáfrica dejó de lado el análisis de las resoluciones tácticas, idea de juego y la conformación de un grupo sólido, se abrió el telón para un espectáculo del que todos quieren participar. Nadie, pero nadie de verdad, dará el brazo a torcer. La definición mostrará si todo se quiebra o no.


Sin dudas, son días borrascosos en las oficinas de Viamonte. Grondona, sabio y conocedor de cómo manejar los hilos de su propia telaraña, espera con ansias tenerlo al DT de la selección frente a frente. Hay una fecha tope. El miércoles 4 de noviembre, los contratos de Miguel Lemme (ladero de Bilardo) y Alejandro Mancuso (respaldo espiritual de Maradona), llegan a su fin. Por estos días, el capo de la AFA buscará llegar a un consenso con el ex futbolista donde ambos queden contentos, el transitar previo al Mundial sea sin discusiones y subirse al avión con la esperanza de tener un torneo feliz para los argentinos.

Pero he aquí el principal problema. Como se habló de consenso, Don Julio y el técnico tienen condiciones básicas. El primero no quiere más a Mancuso, situación que contempla que si se lo quieren tocar a Diego, este daría un paso al costado. Lemme tiene un pie afuera. Tanto para el rey del Todo Pasa y el ex astro del fútbol en el mundo, es prescindible. Con esto consumado, Maradona irá en busca de Ruggeri por enésima vez (Grondona tiene preparada como respuesta un rotundo NO) y que Bilardo se encargue, únicamente, de la logística del seleccionado. Confirmar viajes, visitar posibles concentraciones en el país organizador de la Copa del Mundo, mantenerse en contacto con la dirigencia de los clubes europeos (para no repetir el trauma Zabaleta) y tareas similares. De trabajo de campo cerca del cuerpo técnico, nada. Hasta dicen que Checho Batista, de excelente relación con el presidente de AFA, apoyaría la moción del 10.


Entonces, ¿ese abrazo del alma entre el técnico campeón del mundo en México ´86 y el hombre que asombró al mundo en el mismo torneo, fue ficticio? Un poco y un poco. Sería de poco hombre pensar que ese agarrón entre ambos estuvo armado. Pero también hay que decir que cada uno tiene su ego y lo defiende a ultranza. Aunque digan que la selección está por sobre todas las cosas (recuerden la frase del Narigón en la presentación de Maradona como director técnico), ese saludo fue espontáneo pero no verdadero. Se aprecian pero Bilardo mataría por ponerse otra vez el buzo. Y Diego, por defender el sueño de conducir en un Mundial a su país.

La batalla interna está planteada. Parte de la dirigencia del fútbol de Primera, quiere que Maradona sea sancionado por sus dichos contra los medios. Otros, más cercanos al líder de la Asociación del Fútbol Argentino, tomó esa posibilidad con una pícara sonrisa. ¿Y la redonda? En Ezeiza, dejada de lado. El triunfo con 100% de eficacia en el Centenario (uno de uno en tiros al arco) mostró que, al menos, se obtuvo lo que se fue a buscar. Planteo austero ante un equipo que penó de sus propias carencias. Haciendo un balance futbolístico individual, para Maradona hay cuatro lugares que de cara a Sudáfrica 2010 están claros: Masche + Verón (debe ser la base para construir algo bueno dentro y fuera de la cancha), Demichelis (volvió con todo y demostró ser líder defensivo) y la serenidad y templanza de Chiquito Romero. ¿Los demás? Deberán ganarse los 19 lugares que quedan. Aunque Messi y varios otros estarán en la cita máxima del fútbol a nivel selecciones.

Días tormentosos se acercan para la selección argentina. Momentos decisivos para el futuro de Maradona en el banco. Para sacarlo van a tener que correrlo del medio. ¿Estará dispuesto el Jefe a hacerlo? Nunca digan nunca.

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