El Comité Olímpico Internacional confirmó que el rugby, modalidad juego reducido, volverá a tener su lugar en los Juegos Olímpicos a partir de Río 2016. Con esta decisión, este deporte reaparecerá luego de su última incursión en esta competencia que fue en París 1924.
El rugby mundial está en su esplendor y esto se demuestra día a día. Con un gran nivel de juego y torneos cada vez más competitivos, la propuesta para que la modalidad de juego reducido fue tenida en cuenta por el COI (Comité Olímpico Internacional) y es por eso que desde Río 2016, volverán a ser parte tanto masculino como femenino, la gran novedad.
Además del constante pedido de la IRB (internacional Rugby Board), el 13 de agosto de este año, en Lausana, Suiza, sede del COI se hizo formal el pedido y esta semana fue ratificado por los mismo miembros del máximo ente olímpico.
En lo que se refiere a historia del rugby y los Juegos Olímpicos, sólo participó en París 1900, Londres 1908, Amberes 1920 y París 1924. También se destaca Berlín 1936 donde a pesar que este deporte no fue parte de esta edición fue considerado con status olímpico.
De esta manera, 92 años después se verá reflejado el gran esfuerzo de la IRB, con su presidente Bernard Lapasset como uno de los máximos precursores de este hecho, y el gran apoyo de grandes figuras del rugby como Agustín Pichot, el neocelandés Jonah Lomu y los presidentes de las máximas entidades del rugby de cada Nación.
En lo que fue la elección, 81 votos fueron a favor de la inclusión del rugby, mientras que ocho votaron en contra. Esta deliberación fue muy distinta a la del golf que recibió 63 a favor y 27 en contra. La modalidad que se aplicará no será la tradicional, de 15 jugadores, sino la de juego reducido donde participan siete jugadores por equipo. Además, la otra novedad será que también habrá rugby femenino.
Respecto a las perspectivas argentinas, aunque aún falten muchos años, el equipo de juego reducido se encuentra entre los mejores del mundo y, si continúa con un nivel como el actual, podría llegar a aspirar a una medalla olímpica en 2016, en su vuelta, en Río de Janeiro, Brasil, nada más y nada menos que en Sudamérica, tierra de dominio Puma.
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