sábado, octubre 10, 2009

Previa vs. Perú – Sudáfrica 2010: GANAR, CUESTE LO QUE CUESTE

Hoy es un día especial para el país. Este país que respira fútbol desde sus entrañas más profundas, no podría aguantar quedarse fuera de la próxima Copa Mundial de la FIFA. Sudáfrica será el primer país en la historia del continente africano en albergar el torneo más visto después de los Juegos Olímpicos. Y los encargados de la organización de la competición, los embajadores que van por el mundo presentando este evento significativo, ya dieron su palabra: “Argentina no puede faltar…” Pero para esto, el equipo de Maradona lo tendrá que demostrar en la duela. La cancha, primero del Monumental y después en el mítico estadio Centenario, ofrecerá las únicas respuestas que valen. No hay margen para el error. A ganar y algo más…

Todavía está fresca en la memoria la corrida de Vargas en Lima, la no falta de Seba Battaglia y el empate sobre la hora del conjunto del Chemo Del Solar. Basile se agarraba la cabeza y no podía creer como la selección, después de jugar un mal partido y con ese gol de Cambiasso en los minutos previos al 1-1, perdía dos puntos que en este momento serían de oro.

Pero si el pasado enfrentamiento ante Perú es recordado, como olvidar dos que han tenido una importancia basta en la historia del fútbol argentino. Dos juegos que, por un guiño de las casualidades de la vida, se jugaron en la cancha de Boca y en la de River. Alguien, alguna vez, tuvo la oportunidad de escribir que de la memoria vive el hombre. Es hora de hacer eco a esa frase y hacer memoria.


El Bombonerazo Ramírez. Perú puede autosatisfacerse con el orgullo de haber dejado a la Argentina sin Mundial. Un 31 de Agosto de 1969, aquel equipo conducido en la cancha por Teófilo Cubillas, logró un empate emblemático (2-2) en la Bombonera y no sólo consiguió el pasaje a México, sino que dejó en el camino a uno de los gigantes del continente. El equipo entonces dirigido por el brasileño Didí necesitaba apenas un punto para sentenciar las posibilidades argentinas. De tal manera, aquel duelo argentino-peruano observó una noche de ensueño para Oswaldo Ramírez (foto), quien se despachó con dos goles y provocó la desazón de todos los presentes en el Estadio de Boca Juniors.

Passarella y una arremetida hacía México… Ese empate en dos hacía 16 años antes no había servido para que la selección fuera al mundial. Pero el protagonista de esta historia, sí lo fue. El Monumental estaba repleto el 30 de Junio del ´85. Y no era para menos. Carlos Salvador Bilardo se jugaba su cabeza como técnico del seleccionado. En un suelo inundado por el barro que había provocado una lluvia incesante en toda la Capital Federal, Argentina estuvo a minutos de ser eliminado otra vez por el equipo rojiblanco. Todavía, en la mente de los jugadores estaba la derrota en Lima (0-1) y para Maradona, la pesadilla de haber soportado a Luis Reyna, tal vez uno de los futbolistas que más le hizo sentir el rigor físico. Pero el equipo argentino se sobrepuso a que Perú había dado vuelta el resultado: Pedro Pasculli conquistó el gol argentino pero en 16 minutos, el visitante se pudo arriba gracias a los tantos de Velásquez y Barbadillo.


Una aparición fulminante cambio la historia de esa selección. El capitán que supo levantar la copa de campeón del mundo en 1978 fue el héroe de la tarde-noche. Daniel Alberto Passarella enarboló una corrida histórica por el sector derecho del área rival y lanzó un disparo cruzado que apenas llegó a desviarse en el arquero Acasuzo y que luego reposó sobre el palo. Así, con el balón danzando en la línea de gol, apareció Ricardo Gareca y selló el empate. Final y clasificación para un plantel que, un año después, fue el mejor en México 1986. Que la historia repita esas páginas de gloria, sudor y lágrimas…

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