viernes, diciembre 01, 2006

Demasiadas expectativas, pocos hechos

La Selección Argentina Masculina se despidió del Mundial con una performance muy baja en comparación a la propuesta antes de viajar a Japón. El 13º puesto que obtuvo el equipo de Jon Uriarte muestra que la búsqueda por estar entre los ocho mejores aún es muy remota.
Lejos. Muy lejos quedaron los objetivos planteados. Mantener el sexto puesto obtenido en Argentina 2002, estar entre los ocho mejores de la competencia, demostrar todo lo que se trabajó este año. Nada quedó. Ni una figura, ni un partido.

Marcos Milinkovic, capitán y principal referente del equipo no demostró su consagración. La irregularidad en la recepción hizo que Luciano De Cecco no pudiera exponer todo su talento. Hasta Pablo Meana, el mejor líbero del mundo, fue una sombra.

No hay excusas por el recambio, por la poca experiencia o por las variantes realizadas por Uriarte. Argentina jugó mal, fue impreciso en momentos claves, esos donde lo único que sirve es obtener el punto, el set o el partido.

Intermitente a la hora de los saques, poco astuta en los ataques. Sin variantes ofensivas, con pelotas conocidas por los rivales. Eso sí, mucha entrega, mucho corazón, aunque en la vida actual esto solo ya no alcance para lograr el objetivo.

Ahora queda descansar. Cada jugador regresará a sus respectivas Ligas, donde enfrentarán nuevos compromisos. El 2007 trae una nueva edición de la Liga Mundial y un Panamericano, en Río de Janeiro, donde el equipo de Jon Uriarte deberá demostrar avances, un recambio más grande. Un año donde, tal vez, Argentina tenga el rendimiento esperado

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