martes, diciembre 05, 2006

PEPPINO NO TOCA BIGOTÓN...

APERTURA 06: CAPITULO 18
Para muchos ya estaba todo dicho. La cena estaba preparada. Los festejos con cotillón y hasta el cambio de un dirigente de sus zapatos de jerarca por las zapatillas del obrero para poder dar la vuelta olímpica en Córdoba hacían presagiar un final más que anunciado. Pero (siempre los hay) a partir del gol de un tal Peppino, la tarde de domingo se volvió más hot que nunca…

La ruleta comenzó a girar para cualquier lado. No sólo se encontraba el color rojo o el negro. Ni hasta el verde del doble 0. Apareció de sorpresa, sin que casi nadie se lo esperara. El celeste pirata asomó con su ojo tuerto y puso en jaque al equipo del Bigotón, que ya sudaba frío, imaginándose que podía estar pasando, en el mismo tiempo y espacio a unos cuantos kilómetros de distancia. Tal vez fue el conformismo. Tal vez la aceptación de haberse convertido en un plantel que roza lo imbatible, pudo haber afectado la concentración del único puntero del torneo. Al similar sucedió en La Paternal, barrió que conoce de grandes hazañas, de impactantes y recordados momentos.

Con una frenética recorrida que se inicio pasadas las seis de la tarde, las estadísticas y los números recorrían todas las orejas futboleras del país. Mientras el equipo de Simeone no podía con su rival y el Polo Quinteros celebraba su último gol como profesional, Boca se encontraba con las manos del heredero Montoya, que nada tiene que ver con el árbol genealógico del ex arquero e ídolo Xeneize, pero sin dudas que con su manera de atajar y su look, va camino a ser el Mono del siglo XXI. Y entonces, todo se daba según lo previsto. El que llevaba 4 se alejaba a 5 cuando faltaban 3 en juego. Negocio redondo. La torta se cocinaba esperando ser decorada. Pero nadie contaba con la aparición de “El Pitufo Cordobés”.

Aquí se viene lo bueno. Empiecen a marcar el SAME. Las siguientes líneas no son para personas impresionables. Marcapasos abstenerse, que los latidos pueden llegar a las 10.000 revoluciones. Y así dio arranque a la segunda mitad de la historia. La más cercana a lo ficticio. Pero verdaderamente real.

Goooool, retumbó en la popular visitante repleta de pinchas. Las buenas noticias llegaban desde el Olímpico de Córdoba: un Peppino, poco conocido en el medio, le daba la victoria parcial al local e instauraba suspenso del bueno para el futuro del campeonato. Si bien Boca manejaba la pelota y los hilos del partido, un descuido mental, más relacionado a la perplejidad por los ya acostumbrados festejos que por la propia actitud de Belgrano, provocaba que Estudiantes invocara a su Manosanta, conocido en los desenlaces.

“Voce esta cargadu, voce nois se encuentra benchi, dejao a mí que solucionaré su problema…” Que recuerdos. Esa imagen del Negro Olmedo acariciando las finas piernas de Adriana Broski se puede comparar con la ayuda bendita que los de La Plata tuvieron en varias definiciones. El gol de Piatti en Rosario, el ingreso del juvenil Saucedo frente a Racing sobrevolaba con otro final de película en la cancha que lleva el nombre del más grande. Pavone primero y después la Bruja Verón le daban el triunfo y le tiraban la soga al cuello que Peppino había rodeado por la cabeza del Bigotón.

Entonces, si primero el Pincha estaba a cinco, después paso a estar tres. Sólo unos minutos más tarde se puso a uno, ¿a cuanto quedó de Boca? Creo que esa pregunta tuvo la respuesta en la cabeza de Choy González, que en el descuento le puso corazón tripero y calmó las inquietas miradas que se paseaban por los vestuarios que pensaron en un festejo, pero que se tuvieron que conformar con que su máximo rival no se llevara otra yapa de la cancha de Argentinos.

Nadie podía creer nada de lo que había sucedido. Ese dirigente ya se había guardado las zapatillas, bien limpias en su bolso. El Tri que ya parecía estar consumado, se esfumó. Al igual que las esperanzas de Estudiantes, que supo estar a un pasito más de la punta. Igual, esto sólo fue por esta fecha. Una jornada completa de emociones y en donde las cuentas salen fáciles. El balance no fue desastroso para los de La Volpe ni desesperanzador para el Pincha del Cholo Simeone. Ahí están los dos, uno atrás del otro. Respirando aires de definición. Oxígeno acotado como en las altas cumbres.

El hombre que pondera las Fuerzas Básicas esta a la espera. Después de haber cambiado de sistemas, implementar cuestiones positivas al plantel multicampeón, todavía la historia no terminó. Pero como en la década del 80´ hubo un programa en la televisión que marcó los caminos de la diversión, veremos si la aparición de este Peppino no llega a tocar al Bigotón…

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