Tolerancia 0

APERTURA 06: CAPITULO 9

¿Por qué? Es la pregunta más que recurrente que sobrevuela por todo el ambiente del fútbol argentino. Y esto no es un problema de pobres, ricos, de clase media. Tampoco lo es de instituciones modelo a nivel internacional o de simples clubes que el amor incondicional a los colores hace que su participación en un torneo sea posible. Se han agotado todos los adjetivos posibles para describir esta cruda realidad, tan comparable a los momentos de locura social que vive el país. Y el deporte de la pelota, no esta afuera de esto…

Hace menos de un mes hablamos de que por la irracionalidad de un personaje enriquecido en épocas donde la mayoría se empobreció, un partido se suspendía por la clásica apretada. Que esa fruta rica que nos llena a todos, que nos alegra en muchos momentos, se estaba poniendo agria. Al fin, podrida. Y lo peor de todo es que nada desde ese hecho aborrecible, no ha pasado nada. Mientras Muñoz goza de su libertad otorgada por vaya uno a saber quien, este fin de semana, la pelota se manchó. Y demasiado.

La noche de viernes se vistió de rojo y negro en Santa Fe, y no precisamente por el color de las camisetas de Colón y Newell´s. Antes y durante el juego, la hinchada visitante se enfrentó duramente a la Policía local, dejando un saldo de nueve heridos. Pero cuando todos pensábamos que ese iba a ser un hecho más, como el de todos los fines de semana, el terror, acababa de empezar…

En la cancha de Brown de Adrogué, el sábado, una bomba de estruendo arrojada por la parcialidad local provocó el desmayo del DT de Los Andes, Mario Rizzi. El árbitro Sciancalépore decidió suspenderlo, cuando sólo se habían jugado 28 minutos. Todo siguió afuera, cuando se retiraban los visitantes y policías comenzó a reprimir con balas de goma. Y hay más. En el Norte de nuestro país, Jujuy tuvo su anochecer de furia cuando los hinchas jujeños se pusieron frente a frente con la ley y las piedras comenzaron a volar por todas partes. Algo similar a lo que pasó en Rosario, cuando después que Platense le ganará a Tiro Federal, la policía reprimió fuertemente a los hinchas del Calamar. Esto no fue todo.

Como la violencia ya no conoce de categorías, el Argentino A tuvo su tarde de locura. El clásico de Pergamino en Douglas Haig y Juventud se suspendió cuando hinchas locales empezaron a arrojar piedras a sus propios jugadores. Pero los jugadores se tomaron venganza. Sí, no es un error de escritura. En Salta, Antoniana le había ganado a Central Norte, y tres jugadores del equipo perdedor, se descargaron su bronca con un hincha propio, al cual lo golpearon hasta fracturarle una pierna. Nos tapó el agua.

Y la rueda sigue girando. Y los encargados de imponer Justicia ¿Dónde están? IL CAPO DI TUTI CAPI, Don Julio, está viendo de qué forma puede la Selección jugar más partidos en Europa así la recaudación de la AFA crece y crece. EL SHERIFF COMENTARISTA DE TV, Javier Castrilli, hace referencias en su columna post fecha que esto no puede seguir ocurriendo y que como mandamás del Comité de Seguridad va a emplear cartas en el asunto. Que sorpresa no, todos los lunes aparece sentado y habla por el canal de la empresa a la cual él, hace sólo unos años, le había entablado un juicio por acusaciones falsas. Es así de fácil, no. Cuando uno prueba el caramelo del sistema, que es bien dulce, nadie se lo quiere perder.

El pasado presentó momentos crudos y sin resolución. El presente nos está mostrando que todo empeora. Desde la Primera A, hasta la humilde y amateur división D, la violencia en el fútbol es un tema recurrente. El día que cada uno haga su parte; dirigentes que no amalgamen la convivencia de las barras con el club y su actividad social, los jugadores bajen las revoluciones dentro del campo y la población no tome un espectáculo deportivo para saciar su sed descarga semanal; la tolerancia del fútbol va a pasar a tener aire para respirar. Nos estamos ahogando en un mar de penas. Estamos olvidándonos de proteger el pan nuestro de cada día, que un día se va a terminar.

Lo que dejó el fútbol de verdad… Dos confirmaciones: la primera, que el sabio de Mostaza ya lo notó. Sava hace goles y tiene que jugar para que Racing pueda ganar. La segunda es que el Pincha se sacó de encima a otro grande. El Gol de Álvarez pinchó las ilusiones del Cabezón, que sabe que ahora lo suyo es la Copa, ¿o no? También la tarde del domingo tuvo algo de científico en como terminó: cuando Central festejaba el primer gol del Kily en Rosario después de 12 años, apareció el Tomba y sumó otro punto (¿cosecharás tu siembra?). En Quilmes, cuando Domenech respiraba aires de victoria, apareció el Tati y con una chanfleada lo igualó sobre la hora, igual que el Arsenal de Alfaro, que parece que las batallas siempre las gana o las empata en el desenlace. Pero todas las miradas puestas estaban en Boca y River. Y cuando en un momento parecía que todo estaba dado para que la Banda llegara a la próxima fecha con toda la moral, la tortilla se dio vuelta. Y de que forma. El equipo de La Volpe estaba 0-2 al entretiempo y con 10, pero una buena dosis de acento mexicano sirvió y los errores de Vélez sirvieron para que Palacio volviera a brillar (cada vez más fuerte) y Corazón de León Gago, llevaran al Xeneize a ganar un partido increíble. En Córdoba, River volvió a sufrir el síndrome de abstinencia a la definición, y lo pagó caro, muy caro. Había sido claramente superior a Belgrano, pero el Pirata metió la para, Ferrari se cayó y otra vez, cuando eran tres termina siendo sólo uno.

Lo que se viene en la próxima será, esperemos, espectacular. El Superclásico del fútbol Mundial, el que todos quieren ver, en el próximo capítulo de esta violenta historia!!!