Explotó Mardel. Arrancaron con todo las finales de la 09/10 de la Liga Nacional. Un Polideportivo que vibró y disfrutó con su equipo. Peñarol está 2-0 en la serie y viaja a Córdoba para encontrarse con algo más que el plantel de Atenas como rival. Esta vez, el público en el Orfeo querrá ser factor y apoyar a su equipo, en busca de la remontada.
Campanazzo de primera. En la apertura de la final, las piezas en este ajedrez basquetbolístico, se vieron desde el comienzo. El equipo de Huevo Sánchez apostó por frenar a las tres armas en ataque que se han destacado durante toda la temporada en los marplatenses: dobles marcación a Lamonte para evitar sus penetraciones, marcación asfixiante en el perímetro para tapar los tiros de Tato Rodríguez y, por último, presión extrema cuando Leo Gutiérrez tenía la pelota (la sorpresa fue la marca de Locatelli sobre el Nº 10) Con estas premisas, Atenas saltó a la cancha y cerró la primera mitad abajo por sólo tres puntos. El segundo tiempo fue a pedir del local. Gutiérrez mejoró en el tiro, pero la decisión clave estuvo en el banco Milrayita: Hernández cambió marcas en defensa (Leiva sobre Lo Grippo y Leo vs. Kanté) y la inclusión de Facundo Campazzo le dio aires de libertad a la ofensiva de Peña. El juvenil cordobés metió dos tiros de 3 y un doble (terminó con 14 pts) para que en un paso fugaz, el local saque 12 puntos de distancia. Una diferencia que terminó siendo decisiva. A partir de tomar esa ventaja, Peñarol nunca miró atrás y cerró 82-69.Mata los mató. El 2º partido si estuvo más cerca de la realidad. Al menos, de lo que esperábamos del Griego. Sí el miércoles se había jugado al estilo Peña, la noche del viernes fue otro juego. El desarrollo fue parejo de principio a fin, con cambios en el marcador y un goleo más bajo (ninguno de los dos pasó los 65 tantos) El partido se estableció en la defensa. En el análisis, ambos no dejaron jugar al otro. Pero si Campazzo fue el MVP del primero, otro actor secundario en la previa, se quedó con esa distinción en el segundo punto. Porque si hay algo que ha destacado al ataque de los marplatenses en todo el año, han sido las variantes. Si no hacía 40 puntos Lamonte, aparecía Gutiérrez con sus tremendos triples o la conducción goleadora de Rodríguez. Un equipo largo, como se dice en el ambiente. Y de ese banco saltó el man of the match. No el que mejor jugó, porque ese rótulo se lo llevó Cantero, que se convirtió en el alma de un Atenas que saboreó la victoria. Sintió que estuvo ahí. Pero no contaron con la astucia de Marcos Mata, la estrella de las inferiores de Peñarol, por quien el presidente del club de Mar del Plata (Domingo Robles) siempre apoyó, jugó a lo grande. Se hizo cargó de los puntos grandes. Concluyó con 14 puntos y 12 rebotes (como en el 1º partido, otro doble doble) pero tuvo un segmento que mostró su importancia: Ganaba Atenas 56-57 a falta de tres minutos, pero en un minuto, un doble y un triple de Mata lo pone arriba a Peñarol 61-57. Igual, el cierre tenía previsto a otro protagonista. Error de White en el cambio de marcas y Kyle Lamonte se los hizo pagar. Falta de Locatelli y doble incluido para poner el 2-0.
Si, Peña los mató con Mata al equipo de Sánchez. Este alero, de nivel internacional como dijo su técnico, pero esta vez con el saco de seleccionador nacional, fue convocado a la preselección de cara a Turquía. Como no podría ser de otra forma, charló con LA LICUADORA DEPORTIVA en una nota que podés revivir en EL REPRODUCTOR. Su análisis sobre los primeros dos partidos y la previa de los juegos en Córdoba, sirven para confirmar que es un jugador con enorme futuro. ¿Esta serie lo tendrá? En dos horas, empieza en el Orfeo…
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