lunes, mayo 17, 2010

Germán Chiaraviglio - Se Reproduce: ANSIOSA ESPERA


Así lo ven. Así, nos acostumbramos a verlo. Celebrando, feliz. Siempre, con la bandera a cuestas. Porque su irrupción fue espectacular para el deporte argentino. Sin dudas, se convirtió en la gran estrella para el atletismo. Más allá de conseguir ser campeón del mundo juvenil en Beijing, China, en 2006, con una marca de 5,71 metros; la medalla de oro en los Juegos Odesur del mismo año y la posterior presea de bronce (bajo una intensa lluvia) en el estadio olímpico de Río de Janeiro por los Panamericanos ’07, este santafesino fue el que abrió el juego.

Con sólo 20 años, lograr, por ejemplo, ser considerado el mejor deportista del año en la Argentina, es un merito por de más meritorio. Aunque parezca un simple juego de palabras, Germán Chiaraviglio se impuso en el ambiente. Se hizo conocido. Eso es mucho decir en un país donde sólo algunas disciplinas carecen del apoyo necesario para mostrar imágenes de sus deportistas. Germán, lo logró.

Pero algo cambio. Algo, no estaba bien. Ya en los Juegos Olímpicos hace casi dos años atrás, no pudo superar los 5.30m. Desilusionado, sin dudas, por no haber clasificado a la serie final, pensó que el 2009 sería el de la confirmación entre los primeros del planeta en salto con garrocha. Sin saber que, una lesión iba a dejarlo hasta la actualidad, sin su placer más grande: saltar. Pero como él lo dice en la entrevista que podrán disfrutar en EL REPRODUCTOR, es cabeza dura. La operación que se le llevó a cabo por una fractura por stress en el hueso astrágalo del tobillo izquierdo, fue exitosa. Esa molestia, que le impidió practicar de forma constante, ya desapareció. Es tiempo pasado.

En plena etapa de recuperación, Chiaraviglio no deja de estar junto al atletismo y la legión. Estuvo presenciando los Grand Prix que se realizaron en Mar del Plata y Santa Fe, un clásico del inicio del otoño, para saborear, de a poco, lo que será volver al ruedo. Ansioso, dejó claro que su carrera no ha terminado. Sólo es un breve parate. Ahora, restará volver a verlo saltar.

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