Ya se superó el estigma. Ya se pudo lograr la primera victoria en el último partido de la fase de grupos inicial. Esto llegó, sin embargo, ante el rival más accesible de su zona y posiblemente de los que participan en el mundial también. El triunfo sirve para levantar el ánimo del plantel y encarar la segunda fase en búsqueda de lograr la mejor ubicación posible.
El miércoles el equipo dirigido por Eduardo Gallardo tuvo un flojo partido ante Hungría. Si bien se sabía que era uno de los rivales más fuertes que le podía tocar, la Argentina hizo mejores partidos con Eslovaquia, quien compartió el segundo puesto de la zona, y con Francia, que culminó con puntaje ideal.
Al equipo se lo vio con cierta desmotivación, cometiendo errores en defensa sobre todo en el retroceso cuando se perdía la posesión de la pelota. En ataque se vio imposibilitado de acceder a posiciones cómodas de gol ante una defensa húngara áspera que se imponía con su esquema 6-0. Los jugadores argentinos se vieron obligados a disparar cerca de la línea de 9 metros, acto que le facilitaba la tarea al equipo europeo. De la mano de su estrella, Laszlo Nagy, y de un buen grupo de jugadores que lo acompañaban de gran manera, Hungría se llevó la victoria por 31 a 20.
El partido con los oceánicos marcó una diferencia desde el principio para un equipo que no necesitó de la ayuda de su mejor jugador, Eric Gull (resguardado para la proxima etapa), para obtener una victoria simple. Rápidamente sacó una ventaja de 8 a 1 y mantuvo la diferencia. Federico Pizarro, con 6 goles, Sergio Crevatín, Andrés Kogovsek y Pablo Portela, con 4, fueron los goleadores de un equipo que hizo bastante rotación. Principalmente los cambios se vieron a partir de la segunda etapa, luego de que el parcial que terminó 15 a 8 le diera una tendencia importante al resultado.
En el segundo tiempo se notaron aún más las deficiencias de los oceánicos y Argentina estiró la diferencia hasta conseguir el 36 a 16 final. El subcampeón de América terminó quinto en su grupo con 2 puntos sólo por delante de su último rival en el grupo A.
A partir de mañana tendrá su primer partido por el grupo 1 de la Copa Presidente (definición de los puestos 13 a 24). El rival será Kuwait y jugarán a las 12 (hora argentina). El domingo se enfrentará a España, que terminó cuarto en su grupo luego de la derrota que sufrió ayer frente a Corea del Sur. Los ibéricos llegan con la sangre en el ojo por el fracaso mundialista que están teniendo y querrán terminar lo más arriba posible. Luego cerrará su participación en esta fase el lunes, cuando se enfrente con Cuba, partido que terminará de definir por cual posición final del campeonato peleará.
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