Lejos del pan dulce y la sidra (y vaya uno a saber cuantas cosas más), nuestra querida Liga Nacional volvió al ruedo. Y como lo habíamos anticipado en el resumen del año que nos dejó, Atenas tiene porque preocuparse. ¿O, no? Y… sí. Sobre todo con lo que sucedió el domingo en el Socio Fundadores. Ritmo de play off, asistencia multitudinaria y gran juego son algunos de los calificativos que podríamos encontrarle a lo que fue, hasta ahora, sin dudas, el partido del año. Así lo vaticinó el DT de Gimnasia de Comodoro. El técnico más joven de la competición está haciendo un enorme trabajo con un plantel que según este periodista, estaba más cerca de pelear por no ir al TNA que por los primeros lugares en la primera clase del básquet argentino. Nicolás Casalánguida es el manufacturero de esta obra verde. Y el triunfo frente a puntero cordobés fue lo máximo. ¡Ojito! La Patagonia dice presente y con los dos brazos arriba…¡Che, yo soy el campeón! No se olviden de mirarlo de reojo. Un equipo con tan sabio DT es poco olvidable. Por lo menos para los entendidos en la disciplina. Julio Lamas está acarreando a un Libertad sin el Gringo Pelussi y con el recién recuperado Sepo Ginóbili, al mano a mano con los líderes de la tabla. Antes de comenzar a jugar como local por la Liga de las Américas, en el Hogar de los Tigres se llevó los dos del fin de semana. Y le ganó a dos conjuntos que están ahí y son bien molestos: BB Estudiantes (con un encendido Müller) y a Independiente de Neuquén (Osborne fue el héroe en Santa Fe) De esta forma, el ganador de la 07/08 le sopla la nuca a los de Rubén Magnano. Memoria, sin olvido.
Hace del Paraná, su fuerte. Que doblete metió Sionista. El Celeste, inspirado desde las oscuras manos de Chukie Robinson y con el aporte nacional de Eduardo Villares, vapuleó primero a Peñarol (91-73) y después a Lanús (92-77) para cerrar la jornada doble con buen juego colectivo, y lo que más importa, apretadito con los de arriba. ¿Y los de Monte Hermoso? ¿No era que el verano los iba a tener explotados? Siguen ahí. Si bien cayeron como locales con Atenas, El Nacional de la mano del panameño Dionisio Gómez, continúa escalando y promete que la temporada alta, esta por empezar…“No me dejen sólo que no los voy a defraudar…” Palabras más, palabras menos, esto define la situación candente que vive Peñarol. Según se dice en tierras marplatenses, la dirigencia del club está atrasada en el pago de sueldos y peligraría la continuidad de dos valuartes para el team de Hernández: Román González y el americano Jackson. Sin embargo y contra todos los dimes y diretes, el Milrayita está muy, pero muy cerquita de la punta en esta segunda fase. ¿Por qué? Su desempeño como visitante lo confirma. No es un buen invitado para los rivales ya que con 11 victorias en 14 partidos ligueros, es el de mejor récord fuera de casa. El domingo venció por tres a Regatas en Corrientes y ayer, en un partido postergado, hizo lo propio en el Socio Fundadores de Comodoro Rivadavia, donde el mismísimo Atenas cayó hace unos días. Dormí tranquilo Oveja, que Román te quiere y se quiere quedar en la Feliz.
Para el resto, las cosas están fluctuantes. El sube y baja en el rendimiento deja varias dudas debajo de los ocho primeros lugar. Boca es el ejemplo más claro. Gana bien y pierde mal. En Obras, la dirigencia metió mano y los cambios han ayudado (ganó tres de cuatro en el año y ya está 13º) Quimsa sigue sin encontrar el rumbo con Romano como nuevo DT (el cuarto de la campaña para los subcampeones) ¿Los demás? En la plaza con el sube y baja. Ah, me olvidaba. La cerveza está con espuma creciente y se mete entre los mejores para batallar con su localía casi inquebrantable. Tomate una Quilmes bien helada…
Así pasó un nuevo compacto sobre la actualidad del torneo federal por excelencia que tiene el deporte argentino. El viernes, el básquet continúa en todo lo largo del territorio. A no dejar de disfrutar…
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