Enero es, para la mayoría de las disciplinas, un mes de poca actividad; donde la mayoría está de vacaciones o inicia su pretemporada para prepararse de cara al año deportivo. Sin embargo los mundiales de handball rompen las estructuras de descanso y obligan a los jugadores argentinos a trasladarse al invierno del hemisferio norte para disputar la máxima cita de la disciplina después de los Juegos Olímpicos.
Si bien la Argentina intentará superar su mejor ubicación histórica (15º puesto en el Mundial de Francia 2001), este mundial sirve como preparación para el principal objetivo que tiene estipulado su cuerpo técnico. Los Juegos Panamericanos de 2011 es la meta final donde el seleccionado intentará obtener el torneo y clasificar por primera vez a un Juego Olímpico.
Esta etapa de la planificación los encuentra en el Mundial que se organizará en Croacia a partir del 16 de este mes. El equipo dirigido por Eduardo Gallardo irá con los referentes que no habían participado de la etapa del entrenador anterior, Mauricio Torres, y se mezclarán con jóvenes figuras que participaron de los históricos resultados en los mundiales juveniles de los últimos años.
Eric Gull, Andrés Kogovsek y Gonzalo Viscovich son los referentes del actual equipo que se reincorporaron al equipo a partir de la llegada del ex técnico de River Plate. Ellos guiarán al grupo que tendrá que afrontar una zona complicada pero que no es la de mayor complejidad viendo el conjunto de países.
La Argentina integra el grupo A y tiene quizás al rival más complicado de todos. Francia es el último campeón olímpico y tiene un equipo plagado de figuras. Después enfrentará a rivales de Europa del Este, que son de un nivel un poco inferior pero ya por el hecho de pertenecer a esa parte del continente los convierte en contrincantes de máximo peligro. Por último, aparece el que, a priori, es el rival más accesible, Australia. Se enfrentaron en el Mundial de Turquía, hace cuatro años, y los argentinos ganaron por 34 a 13.
Los candidatos al título son, más o menos, los mismos de siempre. Además de Francia, Alemania aparece naturalmente por historia y por ser el campeón defensor. Junto a ellos se destacan Dinamarca y Croacia, campeón y subcampeón del último Campeonato Europeo, y además España, campeón en 2005 y nutrido por una liga que es de las más importantes del mundo.
Si bien la Argentina intentará superar su mejor ubicación histórica (15º puesto en el Mundial de Francia 2001), este mundial sirve como preparación para el principal objetivo que tiene estipulado su cuerpo técnico. Los Juegos Panamericanos de 2011 es la meta final donde el seleccionado intentará obtener el torneo y clasificar por primera vez a un Juego Olímpico.
Esta etapa de la planificación los encuentra en el Mundial que se organizará en Croacia a partir del 16 de este mes. El equipo dirigido por Eduardo Gallardo irá con los referentes que no habían participado de la etapa del entrenador anterior, Mauricio Torres, y se mezclarán con jóvenes figuras que participaron de los históricos resultados en los mundiales juveniles de los últimos años.
Eric Gull, Andrés Kogovsek y Gonzalo Viscovich son los referentes del actual equipo que se reincorporaron al equipo a partir de la llegada del ex técnico de River Plate. Ellos guiarán al grupo que tendrá que afrontar una zona complicada pero que no es la de mayor complejidad viendo el conjunto de países.
La Argentina integra el grupo A y tiene quizás al rival más complicado de todos. Francia es el último campeón olímpico y tiene un equipo plagado de figuras. Después enfrentará a rivales de Europa del Este, que son de un nivel un poco inferior pero ya por el hecho de pertenecer a esa parte del continente los convierte en contrincantes de máximo peligro. Por último, aparece el que, a priori, es el rival más accesible, Australia. Se enfrentaron en el Mundial de Turquía, hace cuatro años, y los argentinos ganaron por 34 a 13.
Los candidatos al título son, más o menos, los mismos de siempre. Además de Francia, Alemania aparece naturalmente por historia y por ser el campeón defensor. Junto a ellos se destacan Dinamarca y Croacia, campeón y subcampeón del último Campeonato Europeo, y además España, campeón en 2005 y nutrido por una liga que es de las más importantes del mundo.
Pero el ambiente del handball argentino no le teme a estos “monstruos” de la disciplina. Todo lo contrario. Enfrentar a éstos rivales significaría que el seleccionado transita instancias que no logró nunca y sería un placer para ellos. Para esto la Argentina está realizando una gira previa en territorio español donde ya obtuvo dos empates ante un combinado de la región de Galicia (29-29 y 26-26). Su preparación continuará el próximo fin de semana cuando dispute un cuadrangular con España, Alemania y Portugal. Después viajarán a Croacia para ultimar detalles y debutar el sábado 17, a las 13.30 hora argentina, frente a Eslovaquia. Un partido que marcará el comienzo y la tendencia futura del equipo en este mundial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario