Las posibilidades de clasificación del equipo argentino que está disputando el mundial de handball en terreno europeo quedaron truncas. Con las tres derrotas sufridas en los primeros tres partidos deberá jugar la Copa Presidente para definir los puestos 13º al 24ª.
En su primer encuentro enfrentó al debutante Eslovaquia y la derrota dejó un sabor amargo. Fue 27 a 25 en un partido muy parejo en el que la diferencia principal fue el arquero eslovaco, Richard Stochl, quien fue la figura del partido. La argentina tuvo un buen funcionamiento en ataque y en defensa pero peca por sus errores en la definición. Su 52% de efectividad en lanzamientos es un número bajo que a este nivel se paga caro.
Ya el segundo partido las expectativas eran menores. El rival era Francia, último campeón olímpico y uno de los máximos candidatos al título. Incluso por el posible desgaste sin sentido que podían tener los jugadores, el técnico Eduardo Gallardo decidió no poner de arranque a Eric Gull y a Gonzalo Carou. Sin embargo, la Argentina le hizo un partido más que digno a Francia. Si bien no jugó con todos sus titulares, terminó la primera etapa sólo a cuatro goles de distancia y obligó a su técnico a poner a mayoría de titulares. Así y todo las diferencias fueron menos que las pensadas y el partido terminó favorable a los europeos por 33 a 26.
El último partido fue el decisivo. Si la Argentina ganaba contaba con chances de clasificar a la siguiente ronda y si perdía estaría destinada a pelear por el 13º lugar. El rival era Rumania que era de temer pero no tenía un nivel demasiado superior a Eslovaquia, a quien se le había hecho un partido de igual a igual. La desazón fue inmensa y el equipo jugó su peor partido del torneo.
Los de Dady Gallardo perdieron 30 a 26 con los rumanos. La defensa no rindió lo que lo venía haciendo y el ataque fue desordenado. Aunque es verdad que la defensa rumana presionó y Gull, la principal arma en ataque albiceleste, tuvo molestias físicas, la Argentina volvió a ser poco certero en el arco rival y agigantó la figura del arquero con tiros incómodos.
A partir de mañana, el equipo intentará mejorar sus puntos flojos y apuntalarse camino a la Copa Presidente. El rival será Hungría. El jueves cerrará el grupo contra Australia, el rival más accesible de la zona.
Todavía queda mucho por jugar. Un gran resultado en la Copa Presidente le dará la mejor actuación histórica al seleccionado (hasta ahora el 15º puesto de Francia 2001 fue lo más destacado). Hay buen material, hay camadas de grandes ex juveniles con un gran potencial, hay química con el entrenador, hay jugadores de experiencia y de nivel internacional. Sólo resta que se plasme en los papeles.
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