lunes, octubre 08, 2007

CON GANAS, PERO SIN TIEMPO NI APOYO PARA CRECER


La historia y los hechos demuestran que en nuestro país se destaca el vóley masculino tanto a nivel nacional como internacional. La rama femenina, relegada, hace los mismos sacrificios que los primeros pero con la diferencia expuesta en los resultados: también son a favor de ellos.

No es ni una competencia entre hombres y mujeres, ni la casualidad de vivir en un país con halos machistas. Tampoco, desde afuera, sugiere una especie de conspiración en contra de ellas. Sin embargo, los resultados y el lugar que el vóley de mujeres ocupa en el mundo no llega ni siquiera a tratar de opacar lo hecho por los varones.

Estas diferencias de desarrollan desde la Liga Metropolitana, pasando por la Nacional hasta llegar a las competencias de Selecciones Nacionales. A comparación de los varones hay pocas mujeres en competencias del exterior, lo que repercute en lo que se puede llegar a obtener en un torneo internacional.

También es verdad que la Selección mayor masculina no está pasando por el mejor momento. Se encuentra en una fase de muchos cambios aunque en la continua búsqueda de volver a estar entre los mejores. Esto a ellas, nunca les pasó. Ni en Panamericanos, ni Sudamericanos y menos en Juegos Olímpicos y Mundiales.

Existe una diferencia muy marcada, que excede las ganas de progreso de los planteles femeninos, ya que siempre demuestran estar comprometidas con lo que hacen: dejar a un costado aspectos personales y dar todo para obtener algún buen resultado. Pero no lo logran.

Todo esto tiene su base en un Torneo Metropolitano regular, donde siempre mandan los mismos equipos, ya que los otros no progresan; y de una Liga Nacional que pasa sin pena ni gloria. Un Torneo al que los medios no le dan el mismo espacio que a la masculina, que los sponsors no las tienen en cuenta y que por el bajo presupuesto asignado, los equipos no pueden ser reforzados con jugadoras extranjeras.

De aquí la debacle a nivel internacional, la no clasificación a los torneos más importantes, el no ser “tenidas en cuenta” para mostrar su juego. De aquí el poco incentivo. Ellas existen, están, entrenan. Ellas quieren estar entre las mejores. Lo que de verdad necesitan es apoyo económico y más confianza.

Así, el vóley femenino va a tener un lugar entre los mejores, ese que busca desde siempre.

No hay comentarios.: