jueves, julio 26, 2007

LOS OROS QUE NO FUERON

La Argentina llegó a los Juegos Panamericanos como favorita para obtener el oro en varias disciplinas pero la frustración por no alcanzar esa meta también se hizo presente en Río de Janeiro.

El patín carrera, el hóckey masculino o Bardach en la natación son algunas de las disciplinas en las que se había puesto mucha expectativa para conseguir el máximo escalafón en el podio y tuvieron que conformarse con puestos inferiores.

Se pueden citar algunos ejemplos. El caso del equipo dirigido por Sergio Vigil buscaba en el oro el único pasaje para llegar a los Juegos Olímpicos de Beijing pero, a pesar de tener un buen torneo, se toparon en la final con una derrota por penales ante el combinado canadiense.

Georgina Bardach buscó su mejor resultado en Panamericanos en la especialidad que la catapultó al bronce olímpico en Atenas, los 400 metros combinados. El tercer puesto pareció meritorio pero el propio fastidio de la cordobesa indicaba que el resultado estuvo lejos de lo esperado.

Más allá de todos los problemas que sufre el patín como todos los deportes aficionados, se sabe que la Argentina es potencia a nivel panamericano y se esperaba conseguir en esta disciplina por lo menos un oro. Las máximas expectativas estaban puestas en Silvina Posadas que había sido campeona mundial en los 10000 metros el año último. La oriunda de Mar del Plata venia encaminada ya que estaba punteando, hasta la última jornada, en las disciplinas de fondo. Cuando tuvo que disputar la última prueba de 15000 metros, un fallo polémico de jueces provocaron un cambio en el sistema de puntuación que benefició a las sprinters y perjudicó a las especialistas en fondo, como es el caso de Posadas que finalizó tercera.

También podemos tener en cuenta el fútbol que presentó un equipo Sub 17 en una competencia Sub 20 y quedó afuera en la primera ronda, sin poder repetir el título de Santo Domingo 2003. Damián Blaum llegó con el puesto número uno del ránking mundial de Aguas Abiertas y, por llegar cargado de competencia, se tuvo que conformar con el décimo lugar. O, incluso, Javier Julio que en la especialidad de Slalom en Esquí Náutico compitió con verdaderas posibilidades de oro pero una lesión lo limitó en la competencia.

Si todas estas vicisitudes hubieran podido superarse y quizás conseguir algunos oros que no eran tan esperados, la situación en el medallero sería otra. Hoy la Argentina suma 9 medallas doradas y si se hubieran dado estos resultados podríamos estar hablando de 15, que nos catapultarían al quinto lugar del medallero.
Está claro que ésta es una visión bastante positiva, o negativa desde el punto de vista que se la mire; pero es evidente que corrigiendo algunos detalles los resultados pueden ser bastante mejores. Y esto abarca a muchos otros deportes que con el apoyo indicado y una buena organización ayudarían a tener mayores expectativas de las que ya tienen. A tres días del fin de los Juegos podemos ver que el talento está... sólo falta aprender a hacerlo valer.

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