jueves, julio 12, 2007

Riquelme, tan jugador ahora como en la era pre Basile

La eliminación del seleccionado argentino en el Mundial de Alemania dejó a Juan Román Riquelme como foco de las críticas del equipo. Su participación en el juego era intermitente, le costó siempre sacarse las pegajosas marcas que lo contenían y nunca pudo plasmar el rendimiento demostrado en el Boca de Carlos Bianchi y en el Villarreal. Con Marcelo Bielsa las oportunidades fueron pocas y el juego vertical y vertiginoso perjudicaba el estilo sereno de Riquelme.

Pero luego de lo ocurrido en el 2006 llegó Basile y Riquelme decidió retirarse para que su familia no sufriera las críticas de los medios y la gente. Ahora en el 2007 el cambio de aire llegó para el Diez de la Selección. La llegada a Boca lo hizo retomar un gran nivel nuevamente luego de estar seis meses sin jugar en Villarreal por su pelea con la dirigencia y el ingeniero Pellegrini. La vuelta al seleccionado llegó con el comienzo de la Copa América, y ahora parece ser que el nivel que demostró en Boca si lo pudo repetir con el equipo albiceleste. Pero, ¿por qué consiguió sostener el rendimiento con un conjunto y no con los otros planteles? ¿El juego de Riquelme varió tanto de un año al otro?

Seguramente la participación en una de las ligas más importantes del mundo le posibilitó desarrollarse como jugador pero sus condiciones no se modificaron demasiado desde el 2006. Además esto no explica el gran rendimiento mostrado en Villarreal con su discreta participación en Alemania.

Riquelme hoy se destaca porque juega con compañeros con los que se puede acoplar para generar juego. Los Messi, Tevez, Verón, Aimar cuando ingresa. Esto genera un dolor de cabeza importante para los defensores rivales ya que hay varias “figuritas” que se mueven libremente por la cancha y no respetan una posición fija. Lucho González, Maxi Rodríguez, Esteban Cambiasso (quienes lo acompañaban en el mediocampo del Mundial) son grandes jugadores pero tienen una determinada posición en el campo y además no son armadores de juego. Son acompañantes pero no usinas. Esto le permitía a los equipos poderosos a nivel defensivo, como son los europeos, contener a Riquelme, para anular gran parte del fútbol de la Argentina. Él podía generar algunas situaciones de peligro aunque sucedían con poca frecuencia. En esta Copa América aparecieron varias usinas que le permitieron estar más liberado al enganche del seleccionado.

Entonces hay que repetir la pregunta, ¿el nivel de juego de Riquelme varió tanto de un año a otro? Posiblemente haya habido una mejora, quizás la motivación es otra. Pero la calidad en los pases en cortada siempre la tuvo, el tema es que el hueco se le abriera para poder ejecutarlos. Aguantar la pelota siempre la aguantó, pero antes daba la impresión de que era improductivo. Su pegada siempre estuvo vigente sólo habia que encontrar los espacios para que haga daño.
Román necesita de un juego asociado. No puede ser lanzador, esquivar rivales en velocidad y finalizar las jugadas el sólo. Necesita de los rapiditos, con buen pie, con los que pueda construir una pared. Necesita contar con aquellos que le generen espacios para poder desarrollar todas sus capacidades de estratego.

Riquelme fue, es y será un notable jugador. Puede tener partidos buenos y partidos malos pero siempre que reciba la pelota y tenga espacios puede sacar el conejo de la galera. Y cuando sus pie derecho se convierte en varita... esa jugada se puede convertir en un toque de magia.


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