martes, enero 08, 2008

¿QUÉ LE FALTA A LA SELECCIÓN DE URIARTE?

OPINIÓN


La imagen del final del juego lo dice todo. El saque en la red marcó la frustración. Milinkovic, el líder de este equipo, desganado y sin poder creer el festejo de los venezolanos, confirma el dolor que impone en el corazón y la esperanza de llegar a Pekín en un torneo armado para disfrutar con el público de Formosa. Pero la pregunta del millón es, ¿qué será de la vida deportiva del eje de este plantel, su técnico Jon Uriarte?

En un país donde los detractores están a la hora y en el momento justo cuando los resultados no son los esperados, ya se escuchan las primeras palabras duras (sobre todo de los hinchas del voley) en contra del DT. El contrato de Uriarte finaliza luego de los Juegos. Si consigue la plaza en el repechaje, sin dudas debería seguir. Si no, será cuestión de que los dirigentes evalúen su gestión. De los dos objetivos, los Juegos Olímpicos y el recambio generacional, uno no se consiguió y el otro está en marcha, pero puede verse demorado sin competencias fuertes.

Lo más relevante es que el voleibol argentino continúa más allá de Pekín, y el crecimiento potenciado en jugadores que aún no han alcanzado el máximo, como Quiroga, De Cecco, Stepanenko, Orduna, García y Meana, no puede considerarse vano. Tampoco los logros en juveniles (5º en el Mundial de Marruecos) y en menores (6º en el Mundial de México). Pero sin la vidriera que representan los Juegos, sin la Liga Mundial, ese crecimiento mermará.

Una cuestión que hay que tener en cuenta (y mucho), es que el ex entrenador del seleccionado de Australia está siendo el conductor de la renovación más profunda que ha atravesado una disciplina de este calibre e importancia en la Argentina en los últimos tiempos. Si bien se perdieron todos los partidos en la Liga Mundial del 2007, esos cotejos sirvieron para sumar experiencia y darle a los jóvenes, la posibilidad del mano a mano frente a grandes equipos.

Ahora, ¿cuáles son las posibilidades que el voley nacional este en Beijing? Repasemos… Aún luego de la pérdida de la plaza en el Campeonato Sudamericano, Argentina (6º en el ranking mundial) debería disputar el cuadrangular a llevarse a cabo en Espinho, Portugal, en mayo próximo (hay otros dos en Tokio y Düsseldorf, Alemania), aunque allí las posibilidades serán menores y dependerán mucho de los rivales. Además de los locales, podrían ir hasta dos europeos, que surgirán del Preolímpico que comenzó ayer en, Turquía, con países como Italia, España, Serbia, Polonia, Holanda, Alemania, Finlandia y el equipo turco. Y además, hay un saldo más por analizar: los jugadores y su motivación para seguir en la selección.

El voley en nuestro país está en un proceso de crecimiento y esto no hay duda. La inclusión de las promesas del futuro que hoy ya son un presente para nuestra liga, serán el fiel reflejo de una camada que tiene el potencial para llevar a Argentina a lo más alto”, dijo el maestro del voley Uriarte en La Licuadora Deportiva.

El sabe que los tiempos en el deporte, y sobre todo en nuestro país, se miran a razón de los resultados alcanzados. El sabe que este era el momento de alcanzar la plaza, por la localía sobre todo. Lo que no hay que olvidar es que el voley argentino tiene un DT de gran valía y con un pensamiento bien marcado entre ceja y ceja: recuperar esa mística de trabajo que el fue partícipe en la década de los 80´s…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para hablar de voley tenes que tener conocimiento de causa. Se nota que no perteneces al ambiente. Esto es un fracaso y Uriarte tiene que dar un paso al costado.

Juan José Ciceri dijo...

Anónimo:
Como vos decís, no vivo del ambiente del voley, pero si conozco el ambiente del deporte y se que clase de trabajo está realizando Uriarte al mando del equipo.
Lo importante es saber en que momento esta el deporte hoy. Si se buscan resultados apresurados, sólo servirán en el futuro para profundizar más los problemas por los cuales estuvo sumergido el voley hasta hace no mucho tiempo.
Agradezco tu comentario y está bárbaro poder hablar y disernir.