
Argentina los limpio a todos. Y lo hizo sin dejar dudas. A propios y ajenos. Este equipo, que transitó con enorme pena los últimos partidos de la clasificación, que tuvo que esperar el milagro de San Palermo bajo la lluvia y el gol tranquilizador de Bolatti en el Centenario, es el mejor de todos en primera fase. Aunque haya otros que podrán conseguir los 9 de 9 como el equipo de Maradona, por lo que demostró en el campo, todos le temen. Sin dudas, muchas serán las notas en el análisis que harán los futuros rivales de la selección. Pero esa es otra historia.
La de Polokwane, fue de película. No necesitan que les cuente el final… Como lo habíamos anticipado previo al match frente a los griegos, Argentina tendría nueva cara. Cambios, no en la idea y el esquema, pero si en los intérpretes. Contra un rival que, desde el comienzo, dejó en claro que no tenías evidentes intenciones de buscar el pasaje a la próxima ronda (si ganaba no dependía de nadie más) con su táctica austera. Es verdad, este tipo de formación le ha servido en el pasado, pero ayer quedó demostrado que el fútbol le ganó a su antagonista. Con dos laterales, tres centrales y un volante que intentó seguirle la sombra a Messi (Papastathopoulos), la barricada de Grecia surgió el efecto esperado en el primer tiempo. Con poco espacio para la circulación del balón, la Argentina tenía el control con Bolatti y Verón, pero sin profundidad. Lío, fastidioso ante la inquietante tranquilidad del árbitro Irmatov a no sancionar las faltas continuas, se perdió; Agüero intentó la gambeta para pasar a esa defensa que promedia casi 1.90m de altura, la misma que impidió a Milito moverse con comodidad. Ante esto, Maradona era un show del reclamo desde el banco. Hasta tuvo su propio cruce, donde parló en italiano, con el veterano Karagounis. Los europeos, contentos, se fueron al vestuario sabiendo que habían resistido durante 45m. Mucho decir para ellos en este Mundial y sobre todo, ante la Argentina.


Maradona celebró con todo y vivió el partido como ningún otro. La clasificación estaba cantada, pero se notaba en el ambiente que se quería ganar y mantener el paso arrollador. Como ya lo mencionamos, la selección es de las pocas que proponen juego asociado, ir en busca del arco de enfrente. Este equipo tiene condimentos para pensar en grande. Algunos se llenan la boca diciendo que hasta ahora, a Romero casi no lo atacaron. De acuerdo con ellos, estos tres no fueron talla para la Argentina. Eso es cierto. La respuesta, que la dará el tiempo, es que equipo puede jugarse al golpe por golpe con un plantel que tiene titulares y reservas, que se ponen la camiseta y le dan a Diego más en que pensar. El domingo, la historia en el Soccer City tendrá a México enfrente. Como hace cuatro años.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario